A continuación, compartimos dos artículos que abordan la realidad de la calidad educativa argentina.
Percepciones entre sombras y niebla, y alguna luz
http://www.clarin.com/sociedad/Percepciones-sombras-niebla-alguna-luz_0_769723112.htmlPor Pablo Sigal - Análisis - 07/09/12 - Clarin
La encuesta de la Organización de Estados Iberoamericanos da cuenta de percepciones. No es, esta vez, el resultado de exámenes de calidad en los países, sino la consecuencia. Y, además, lo que los habitantes de cada nación de la región pueden apreciar en el día a día cuando mandan a los chicos al colegio. La nota para Argentina, si bien se ubica algo por debajo de la media latinoamericana, decimal más o menos comparte realidades con la mayoría de las naciones involucradas en el informe, salvo excepciones como Costa Rica, Nicaragua, Ecuador o Venezuela, donde los encuestados tienen una mirada más benévola con respecto a la educación que les ofrecen tanto el Estado como las instituciones privadas.
Hay un dato que salta a la primera lectura del informe y que derriba algunos prejuicios instalados. No hay casi diferencia entre la apreciación de la educación privada y la pública. Existe un equilibrio en las carencias, algo de lo que también dio cuenta la última prueba internacional PISA: las buenas calificaciones no dependieron de si los chicos asistían a colegios de uno u otro sistema de gestión, sino al nivel socioeconómico al que pertenecían sus familias. Así, hay escuelas buenas y escuelas malas, tanto públicas como privadas. Y mucho depende del grado de vulnerabilidad de los chicos.
Una de las preguntas de la OEI fue: ¿A cuáles de estos grupos cree que favorece menos el sistema educativo de su país? En la Argentina, el 24% respondió que a la clase baja. Es uno de los índices más altos en la comparación por países, sólo superado por Chile (30%), Honduras (28%) y El Salvador (27%).
La encuesta también revela un dato muy positivo, relacionado con la educación universitaria: el 93% de los argentinos cree que recibirse en la facultad permite acceder aquí a un buen trabajo. Es el índice más alto del continente y confirma el buen concepto que tienen los profesionales formados en el país, buscados en muchos lugares del mundo. El tema es cuántos pueden llegar a ese final feliz del camino, ya que la contracara es la escuela secundaria: salvo las que ofrecen formación técnica, se llevan la peor parte en la valoración local. Un agujero negro que, todavía, nadie pudo tapar.
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Otra baja nota para Argentina en calidad educativa
http://www.clarin.com/sociedad/baja-nota-Argentina-calidad-educativa_0_769723111.html
07/09/12 - Clarin
Consultaron a 20 mil personas en la región. Aquí, la escuela pública se sacó un 5,6 sobre 10 y las privadas, un 6,2.
Igual o peor que hace diez años. La calidad educativa argentina no consigue levantar su reputación. Un estudio difundido ayer la coloca en el puesto 11 entre 18 países y por debajo del promedio de la región. Sostiene, además, que el 70 por ciento de la población no cree que el rendimiento haya mejorado a lo largo de la última década.
La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) es el organismo que elaboró el informe presentado ayer en el marco de la XXII Conferencia Iberoamericana de Ministros de Educación y Cultura, que se celebró en Salamanca, España.
De allí se desprende que, dentro de una escala del 1 al 10, la educación pública de la Argentina obtuvo de nota un 5,6, es decir, quedó en el medio de un universo que va desde muy mala a muy buena.
Pero esa percepción regular sobre el sistema educativo no es patrimonio argentino. El promedio de los dieciocho países latinoamericanos que participaron fue de 5,8 por ciento. Las mejores notas las sacaron Costa Rica y Nicaragua, con 7 puntos.
Otro dato relevante es que prácticamente no hay diferencias entre la escuela pública y la privada: 6,2 fue la nota para las privadas dentro de un promedio de 6,6 para toda la región. El estudio refuerza esta idea al analizar el rendimiento de los alumnos en los distintos exámenes internacionales que miden el nivel educativo: “las diferencias de rendimiento entre centros públicos y privados prácticamente desaparecen”, señala.
La encuesta también indagó sobre el progreso de la educación en los últimos diez años. En América Latina, el 41 por ciento de los consultados opinó que sí mejoró. Los argentinos fueron más pesimistas: El 39 por ciento señaló que está peor y el 31%, igual. Sin embargo, sólo el 10 por ciento aseguró que estará peor en la próxima década.
El informe es parte del proyecto “Metas Educativas 2021: la educación que queremos para la generación de los Bicentenarios”, y se basó en la opinión que dieron 20.204 entrevistados que fueron consultados entre el 15 de julio y el 16 de agosto del año pasado.
En medio de un fuerte debate entre pública y privada, la educación chilena fue considerada como una de las mejores de Latinoamérica.
A diferencia de otros años, esta vez, no participaron Cuba, España y Portugal.
Con este estudio, la OEI buscó determinar de que manera “el notable impacto que tiene la sociedad de la información y del conocimiento en los procesos de enseñanza y de aprendizaje han puesto de relieve que la tarea educativa debe asumirse colectivamente”. Y resalta que “la participación de la ciudadanía resulta indispensable para la mejora de la educación”.
El estudio hace hincapié en el esfuerzo de los gobiernos por mejorar sus escuelas: “Hay que resaltar que esta valoración de los ciudadanos se produce a pesar de los notables esfuerzos realizados en la mayoría de los países para mejorar la oferta educativa y la calidad de la educación, como muestran los indicadores de la región”.
Por eso, a pesar de un promedio regular, el informe destaca a Argentina como uno de los países con mayor inversión en materia educativa –6,4 por ciento de su PBI–, junto con Brasil, Chile y Costa Rica, como así también los planes destinados a incluir más alumnos al sistema.
En Argentina, por arriba del promedio de la región quedaron la educación preescolar y la técnica –ver infografía–. Además, el informe agrega el aporte del Programa de Apoyo a la Política de Mejoramiento de la Equidad Educativa, lanzado en 2008, y que permitió entregar becas a 935 mil chicos y libros a 7.000 escuelas.
Mejorar el salario docente y una mejor capacitación de maestros y profesores son las prioridades que los argentinos eligieron para revitalizar la educación nacional.
Más allá de que en términos generales América Latina tiene una mala percepción de su educación, el informe también considera que “la mejora de la calidad ha sido asumida en la actualidad como una prioridad política fundamental por la práctica totalidad de los países de la región”.
Igual o peor que hace diez años. La calidad educativa argentina no consigue levantar su reputación. Un estudio difundido ayer la coloca en el puesto 11 entre 18 países y por debajo del promedio de la región. Sostiene, además, que el 70 por ciento de la población no cree que el rendimiento haya mejorado a lo largo de la última década.
La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) es el organismo que elaboró el informe presentado ayer en el marco de la XXII Conferencia Iberoamericana de Ministros de Educación y Cultura, que se celebró en Salamanca, España.
De allí se desprende que, dentro de una escala del 1 al 10, la educación pública de la Argentina obtuvo de nota un 5,6, es decir, quedó en el medio de un universo que va desde muy mala a muy buena.
Pero esa percepción regular sobre el sistema educativo no es patrimonio argentino. El promedio de los dieciocho países latinoamericanos que participaron fue de 5,8 por ciento. Las mejores notas las sacaron Costa Rica y Nicaragua, con 7 puntos.
Otro dato relevante es que prácticamente no hay diferencias entre la escuela pública y la privada: 6,2 fue la nota para las privadas dentro de un promedio de 6,6 para toda la región. El estudio refuerza esta idea al analizar el rendimiento de los alumnos en los distintos exámenes internacionales que miden el nivel educativo: “las diferencias de rendimiento entre centros públicos y privados prácticamente desaparecen”, señala.
La encuesta también indagó sobre el progreso de la educación en los últimos diez años. En América Latina, el 41 por ciento de los consultados opinó que sí mejoró. Los argentinos fueron más pesimistas: El 39 por ciento señaló que está peor y el 31%, igual. Sin embargo, sólo el 10 por ciento aseguró que estará peor en la próxima década.
El informe es parte del proyecto “Metas Educativas 2021: la educación que queremos para la generación de los Bicentenarios”, y se basó en la opinión que dieron 20.204 entrevistados que fueron consultados entre el 15 de julio y el 16 de agosto del año pasado.
En medio de un fuerte debate entre pública y privada, la educación chilena fue considerada como una de las mejores de Latinoamérica.
A diferencia de otros años, esta vez, no participaron Cuba, España y Portugal.
Con este estudio, la OEI buscó determinar de que manera “el notable impacto que tiene la sociedad de la información y del conocimiento en los procesos de enseñanza y de aprendizaje han puesto de relieve que la tarea educativa debe asumirse colectivamente”. Y resalta que “la participación de la ciudadanía resulta indispensable para la mejora de la educación”.
El estudio hace hincapié en el esfuerzo de los gobiernos por mejorar sus escuelas: “Hay que resaltar que esta valoración de los ciudadanos se produce a pesar de los notables esfuerzos realizados en la mayoría de los países para mejorar la oferta educativa y la calidad de la educación, como muestran los indicadores de la región”.
Por eso, a pesar de un promedio regular, el informe destaca a Argentina como uno de los países con mayor inversión en materia educativa –6,4 por ciento de su PBI–, junto con Brasil, Chile y Costa Rica, como así también los planes destinados a incluir más alumnos al sistema.
En Argentina, por arriba del promedio de la región quedaron la educación preescolar y la técnica –ver infografía–. Además, el informe agrega el aporte del Programa de Apoyo a la Política de Mejoramiento de la Equidad Educativa, lanzado en 2008, y que permitió entregar becas a 935 mil chicos y libros a 7.000 escuelas.
Mejorar el salario docente y una mejor capacitación de maestros y profesores son las prioridades que los argentinos eligieron para revitalizar la educación nacional.
Más allá de que en términos generales América Latina tiene una mala percepción de su educación, el informe también considera que “la mejora de la calidad ha sido asumida en la actualidad como una prioridad política fundamental por la práctica totalidad de los países de la región”.
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