4 de
noviembre de 2013 a la(s) 0:46
Santa
Fe, 1 de Noviembre de 2013.
El
próximo martes 5 de noviembre se llevará a cabo una charla en nuestra Facultad
con representantes de la empresa Monsanto. El objetivo de la misma es dar a
conocer las actividades que desarrolla la empresa y generar una primer
instancia de contacto con los estudiantes de cuarto y quinto año de LQ, IA, IQ,
II e IM para el desarrollo de futuras Prácticas, Pasantías y Puestos Laborales.
Como integrantes del movimiento estudiantil debemos reflexionar sobre este
hecho. ¿Estamos de acuerdo con abrirle las puertas de nuestra universidad a
esta empresa?
Monsanto
es una empresa multinacional proveedora de productos químicos para la
agricultura. Es conocida por ser la más grande productora de semillas transgénicas
y herbicidas en base a glifosato, que comercializa bajo la marca Roundup. El
uso de sus productos ha sido prohibido en la mayor parte del continente
europeo, gracias a las protestas y resistencia de gobiernos y grupos
ecologistas preocupados por los efectos dañinos que provocan sobre la salud y
el ambiente. Y en aquellos países donde no han sido prohibidos aún, es donde
explotan al máximo sus negocios.
Monsanto
atenta contra nuestra soberanía alimenticia apropiándose mediante patentes del
desarrollo de semillas que son, en realidad, producto de siglos de trabajo
campesino e indígena. Este accionar se configura dentro del marco de la
biopiratería. Los recursos biológicos y naturales de las comunidades, son
tomados libremente, modificados trivialmente y posteriormente patentados, sin
permiso alguno, y son usados para desarrollar las economías globales,
apropiándose entonces de saberes colectivos, buscando provocar el pago de
regalías por usar estos conocimientos “innovadores”. Monsanto admitió haber pagado
sobornos a altos funcionarios de gobierno para evitar la evaluación de impacto
ambiental de sus productos y sus procesos en países como Indonesia. En la
década de los 60 Monsanto fue una de las empresas contratadas por el gobierno
estadounidense para producir un herbicida llamado Agente Naranja utilizado en
la Guerra de Vietnam, destinado a destruir la selva vietnamita y las cosechas
con el fin de privar a los vietnamitas de alimento. El Agente Naranja causó
entre la población vietnamita unos 400.000 muertos y 500.000 nacimientos de
niños con deformaciones.
¿Es
Monsanto la peor compañía del mundo? Es probable que así sea, pero esto es en
parte porque lo permitimos y hasta lo alentamos al comprar sus productos en vez
de apoyar a productores locales y orgánicos.
Es
por todo esto que debemos, como estudiantes críticos y comprometidos con la
sociedad, evitar el acercamiento de este tipo de empresas a nuestra
Universidad. Evidentemente a la gestión actual no le preocupa ni le quita el
sueño toda esta situación. Desesperados por ser amigos de las grandes empresas
para firmar convenios, recibir dinero y aportar al “prestigio”, con nulo debate
de los profesionales que orienta con esa actitud. Están avalando e invitando
gentilmente a la comunidad universitaria a participar de este modelo
destructivo que, con el lema de terminar con el hambre en el mundo, sólo busca
maximizar las ganancias de unos pocos sin importar que esto signifique la
destrucción de comunidades y el sometimiento de naciones de todo el mundo.
La
postura de la Universidad es clara. En 2010 labró un informe sobre el uso del
glifosato en campos en la región de San Jorge. En el mismo dice que “la
asociación entre exposición a glifosato en seres humanos y diversas patologías
presentan asociaciones débiles y raramente significativas” y agrega: “no hay
estudios que correlacionen valores de glifosato en muestras biológicas de
humanos y su relación con las patologías”, haciendo caso omiso a una numerosa
cantidad de investigaciones realizadas en otros países (antes y después del
informe de la UNL), y también por la Red Universitaria de Ambiente y Salud
(Médicos de pueblos fumigados) de la UNC, que comprobaron un aumento en la
cantidad de bebés con malformaciones al nacer en zonas donde se utilizaba glifosato
y otros informes del Director del Laboratorio de Embriología Molecular de la
Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires e Investigador del
CONICET Andrés Carrasco, que extrapolaba directamente a los seres humanos los
resultados de sus investigaciones sobre el glifosato donde encontró que causaba
malformaciones en las ranas y embriones de pollo en dosis muy por debajo de las
utilizadas en la práctica agrícola.
Todo
esto es una clara muestra de bajo que poderes económicos, productivos, políticos
y corporativos se encuentra hoy nuestra Universidad, elaborando un informe
donde no dejaba claro los alcances y efectos que tiene el glifosato sobre la
vida humana, teniendo en cuenta la gran cantidad de superficie sembrada con
soja transgénica que hay en nuestra provincia y los intereses propios y ajenos
que se estarían tocando si se dejara en claro el real impacto de este
agrotóxico sobre la vida humana, beneficiando de esta manera a los diferentes
actores políticos y económicos que se se enriquecen con este modelo productivo,
antes que beneficiar la defensa del bienestar humano por sobre todas las cosas.
¿Es
esto lo que queremos para nuestra facultad? No podemos dejar que este tipo de
situaciones se sigan dando. Combatamos este tipo de decisiones. No podemos
permitir que una empresa que explota el mundo, provoca el monocultivo,
devastando las áreas de bosques y pastizales y debilitando las bases de la
producción alimentaria de cada país, ingrese a nuestra universidad pública con
tal impunidad. Es nuestro deber como estudiantes comprometidos con la sociedad,
poner un freno a estas prácticas.
Creemos
necesario que el Centro de Estudiantes de nuestra facultad se pronuncie
respecto de este hecho, instando a las autoridades de la FIQ a no permitir el
ingreso a nuestra universidad pública de la corporación transnacional Monsanto.
Agrupación
Independiente Martín Fierro.
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