A
continuación les compartimos una carta que emitió el gremio ADUL hacia los
estudiantes en relación a los paros que se viene realizando en nuestro ámbito
universitario.
Carta
a las y los estudiantes
Estamos de paro para hacer saber que las condiciones
actuales del salario docente comprometen el sentido mismo de la universidad
pública: la situación nos compromete como sujetos universitarios. El tiempo es
ahora.
La Universidad es
puesta en cuestión toda vez que un orden social decide sus condiciones de
reproducción. Recordemos los conflictos acerca del futuro del país - que
reverberaban transformaciones que ocurrian a escala mundial - organizados en
torno del desarrollismo; Oscar Varsavsky, uno de los grandes intelectuales de
la universidad pública, planteó en ese contexto una crítica al núcleo de la
idea de universidad que el desarrollismo estaba construyendo. Es decir, como
mostró Althusser, el futuro de una estructura social depende de lo que pueda
expresarse COMO lo que hace falta, lo que cabe esperar y lo que resulta
imposible - tanto bajo condiciones específicas como en absoluto -. Lo que se
percibe como utopía es un efecto de esa dinámica.
La
Universidad, a pesar de las diferentes formas organizacionales que fue tomando
en su larga historia, es la institución que procesa esos términos ya sea
expresando un mundo aplanado/plano donde los conflictos son presentados en un
sendero de resolución que no amenaza el orden social vigente ya sea
reconociendo, dándole visibilidad y potencia, lo que cabe entender como novedad
radical, como promesa de un mundo otro.
La
universidad nos constituye en sujetos a quienes les cabe esa responsabilidad.
La experiencia universitaria articuló siempre un plano político y un plano
teórico. La tradición universitaria argentina, la tradición de la universidad
pública democrática, dio además encarnadura a la política universitaria en
tanto concibe que la autonomía incluye una esfera política interna en el
sentido de producir un espacio de realización del propio dominio universitario:
una forma de vida autocontenida. Más allá de los cortes históricos de esta
tradición, las grandes figuras de la universidad del Litoral como Josué Gollán
o Cortés Pla muestran que la universidad ofrece un espacio de realización
propia, específica, que no necesita ser completada en otra parte.
La
emergencia de la actividad sindical universitaria fundó una dimensión más de la
política universitaria: instituyó el problema de las condiciones de posibilidad
del trabajo académico y produjo una deliberación sostenida y una politeia en su
derredor. También revisó el lazo político con la sociedad al fijar posición
sobre las condiciones materiales que fundan una cierta expectativa sobre la
existencia misma de la universidad.
Nuevamente,
esto es lo que está puesto en cuestión hoy. La cuestión salarial no es una
coyuntura sino un componente sustantivo de lo que puede la universidad pública
para nuestra sociedad. No es una mera cuestión de porcentajes; es lo que
posibilita una profesión académica que produce y revisa las bases intelectuales
de la sociedad y funda las profesiones particulares.
Esta es
la situación que nos compromete como sujetos universitarios; estamos de paro
para hacer saber que las condiciones actuales del salario docente comprometen
el sentido mismo de la universidad pública. No es un paro contra el Gobierno y
menos aún contra el estudiantado. No es un paro contra; es un paro a favor de
la posibilidad de la universidad pública. Por eso hacemos un llamamiento al estudiantado
y a la comunidad educativa toda a que sienten posición pública indicando que
con docentes con salarios depreciados y con condiciones de trabajo precarias no
hay universidad posible.
Docentes
y estudiantes construimos lo que la universidad pública puede. Este paro y toda
reivindicación estudiantil y docente instalada para hacer una universidad
pública articulada con nuestro país nos reúne, nos alía. El tiempo es ahora.
Hacemos un llamamiento al
estudiantado y a la comunidad educativa toda para que sienten posición pública
indicando que con docentes con salarios depreciados y con condiciones de
trabajo precarias no hay universidad posible.
No es un
paro contra el Gobierno y menos aún contra el estudiantado. No es un paro
contra; es un paro a favor de la posibilidad de la universidad pública.
Docentes y estudiantes construimos lo que la universidad pública
puede. Este paro y toda reivindicación estudiantil y docente instalada para
hacer una universidad pública articulada con nuestro país nos reúne, nos alía.
El tiempo es ahora.
Oscar
R. Vallejos. Secretario Adjunto de ADUL
14 de
abril de 2016.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deje su mensaje, y debajo, su nombre y email.