El síndrome de los tres monos


Por Mario Gardiol

Cuando uno conversa o charla con algunos colegas en los pasillos de nuestra facultad, sobre las actividades que realizamos, tengo una sensación como que cada docente está en su mundo.

Tienen una visión perfecta de lo que le ocurre en forma personal (a su cátedra, a su proyecto de investigación, etc.), pero muchas veces no manifiestan una visión más lejana que a ese entorno individual.

Mi duda es si realmente cada docente ve su entorno individual (porque su cerebro le dice que vea únicamente eso), o fuimos de alguna forma acostumbrados a ver eso únicamente, o como argentinos... genéticamente vemos eso únicamente.

Me preocupa que en un ambiente universitario, donde siempre se pregona que están las mejores mentes del país, no se pueda ver más lejos que la pelusa del ombligo de cada uno.
Generalmente, cada docente ve concretamente los problemas de su entorno.. y si se encuentra muy molesto manifiesta (de alguna forma) esa situación.

Ya sea, charlando con algún colega en los pasillos y recordando los ancestros de algún otro docente o gestor… hablando o repiqueteando los oídos de alguien de la gestión... o haciendo un reclamo a través de los papeles que nos piden rellenar cada año.

Pero si vemos un poco más lejos a nuestra función específica, veremos que el resto de los docentes tienen los mismos o mayores problemas.

No obstante ante esta situación, la mayoría de los docentes se callan, no escuchan o no ven.
Prefieren venir a nuestra facultad, sabiendo que “van a sufrir” durante un tiempo donde cumplen sus funciones, para después “disfrutar” el regreso a su otro trabajo u hogar.

Hemos llegado a tal punto en esta situación, en que nos hemos acostumbrados a este sadomasoquismo, donde ya no reclamamos… y hasta parece que lo disfrutáramos.

Mi conclusión es que gran parte de nuestro plantel docente de nuestra facultad presenta el síndrome de los tres monos, donde algunos docentes ven y escuchan pero no hablan, otros ven y hablan pero no escuchan y otros escuchan y hablan pero no ven.

Esta situación como consecuencia no nos permite tener una adecuada percepción de nuestra realidad.

Personalmente creo que es necesario sacar nuestras manos de los ojos, oídos o bocas para poder empezar a tener una sensación completa sobre lo que ocurre a nuestro entorno.

Y a su vez comenzar a hablar e intercambiar ideas con nuestros colegas de las diferentes carreras, a escuchar las opiniones de los demás y a ver lo que otros están haciendo.

Tenemos que participar en nuestra comunidad académica, ser activos, reclamar y ser responsables de nuestras funciones.

Si todos actuamos de esta forma (incluido todos los docentes de la gestión) considero que nuestro futuro como facultad va a ser más prometedor para todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deje su mensaje, y debajo, su nombre y email.