La Asamblea Universitaria que aprobó el Estatuto. Una oportunidad perdida

En 6 horas de maratónica sesión, quedó en claro que se cumplió la premonición y se perdió una oportunidad histórica. Los estamentos representados en el recinto, protagonistas de un “no discurso” hegemónico, nos dejó en claro qué se entiende por “construcción colectiva de la universidad reformista”. El proceso de génesis del nuevo Estatuto, caracterizado por el fiel cumplimiento de los reglamentos formales, no generó espacio a la manifestación de las minorías. Minorías que en el caso de los profesores de la FICH se habían expresado con contundencia el 28/9 ante sus representantes. Se desaprovechó una oportunidad histórica para crecer en todo sentido, para fijarse objetivos educativos ambiciosos, para plantear divergencias, para proponerse metas que profundicen la democracia universitaria, según los principios de la Reforma. Parodiando al poeta latino Horacio, “está de parto el monte y dio a luz un ratón”.

La UNL concretó el 4 de octubre de 2012 la modificación de su Estatuto, ley superior que regula la vida institucional de una de las universidades fundantes de la educación superior en la Argentina, una república que día a día construye su vida democrática joven, buscando una perfección que parece esquiva.
El proceso de modificación del Estatuto implicaba oportunidad y riesgo. 
La oportunidad de asumir el momento que nos toca vivir de la historia institucional y plantear el debate a fondo que una Universidad Pública se debe a sí misma y a la ciudadanía que la sostiene, asumiendo el desafío de hacer una crítica  expresa  y profunda a la Ley de Educación Superior, denostada hasta el hartazgo en foros públicos de toda índole desde su aprobación en la década del 90. 
La oportunidad de abrir un debate de todos y entre todos, en el que cada sector de ciudadanía universitaria pudiera encontrarse con los demás y replantear definiciones, demandas, propósitos y reformular objetivos, acorde a los tiempos.
El riesgo, claramente, era el de no estar a la altura de las circunstancias.

Algunos antecedentes y dichos
Es necesario, antes de comentar el desarrollo de la Asamblea, tener claros unos pocos antecedentes y dichos.
La comisión redactora del documento borrador del estatuto trabajó desde los primeros meses de 2012.
En agosto de 2012 la UNL publicó un blog invitando a opinar y hacer propuestas sobre el Estatuto, cuyo borrador era desconocido. El blog se cerró los primeros días de setiembre. Apenas llegó a estar disponible un mes. Difícilmente pueda aceptarse como instancia de debate: apenas fue un “muro virtual” donde quedaron plasmadas opiniones de algunos integrantes de la comunidad universitaria, pronunciándose en nombre propio. El gremio ADUL presentó una propuesta escrita a todos los Consejos Directivos el 26 de julio de 2012 (ver DOCUMENTOS en este blog) y en el caso del Consejo Directivo de la FICH, fue archivada el 23 de agosto, luego de tomar conocimiento sin producir respuesta.
Un grupo de docentes de la FICH presentó el 7 de setiembre de 2012 a su CD un documento solicitando que convoque a toda la comunidad de la facultad para conocer los debates y opiniones de los consejeros. El CD alega el 28 de setiembre no haber producido ni tener conocimiento de documento alguno (borrador de la propuesta de Estatuto) al momento de la reunión (25/9/12).
El documento borrador con la propuesta de nuevo Estatuto quedó a disposición de la ciudadanía universitaria el día 25 de setiembre de 2012.
La Asamblea para reforma del Estatuto se convocó para el 4 de octubre de 2012.
El Sr. Rector de la UNL recorrió en agosto los CD de las Facultades a fin de comentar detalles de este proceso. Los docentes de la FICH no fuimos convocados para esta visita.

Algunos dichos:
La falta de participación a la comunidad académica de la FICH durante la visita del Sr. Rector el 12 de agosto, es un hecho luego ratificado por la Sra. Vicedecana en la reunión del 28 de setiembre:  “lo único que hice yo, porque no estaba Mario, y lo que hicimos siempre,,, no es la primera vez que viene el rector, no se si ustedes lo saben, no este rector sino también otros rectores, no es la primera vez que viene un funcionario de la Universidad a hablar con el CD … NUNCA convocamos a todos los docentes… por eso no se convocó a todo el mundo, creo que el Rector tampoco tenía mucho para decir… Fui yo la que tomé esa decisión.  Pero lo hice en base a que en todas las veces anteriores cuando nos pidieron convocar, entrar algún funcionario a hablar con el CD, habló con el CD.  El que estaba porque quiso venir ese día, Uds. saben que las reuniones son libres y puede venir cualquiera, puede estar participando, pero no hicimos convocatoria a nadie.  Como hicimos siempre ”. Claro resultado de una decisión asumida corporativamente por el numeroso equipo de gestión de la FICH, decisión de dejar fuera del ejercicio de sus derechos a la ciudadanía a la que debe cuenta de sus actos de administración.  Especialmente cuando se trata de ocasiones excepcionales como ésta, la de darnos una nueva “constitución universitaria”, que merecerían amplia difusión y convocatoria, honrando con la participación de la mayor cantidad de personas posibles la importancia del momento, fomentando la participación ciudadana, y legitimando desde su misma génesis la nueva ley producida.


La Asamblea del 4 de octubre
No es la intención elaborar una crónica, para eso puede encontrarse una interesante en este artículo (Periódico Pausa - La UNL tiene nueva Constitucion). En cambio, más útil es rescatar la riqueza de los debates en torno a los temas centrales que hoy preocupan en cualquier estatuto de una universidad moderna: ciudadanía, carrera docente, elección de autoridades, gratuidad de la enseñanza, relación con la sociedad, eliminación de figuras propias de la flexibilización laboral (contratos), entre otros. Era razonable la expectativa en la exposición de diferentes ideas, en la diversidad de enfoques conceptuales y/o filosóficos respecto de los temas centrales, en la profundidad de las ideas rectoras para organizar una Universidad del siglo 21, en la confrontación de diferentes concepciones ideológicas respecto del rol de la Universidad y su relación con los trabajadores, las ONG, el sector empresario, etc. En este marco era razonable adoptar un breve intervalo para discutir la propuesta conocida pocos días antes. Entonces, se entiende claramente el porqué de la escasa riqueza argumentativa que pudo oírse. Las únicas discusiones dignas de interés fueron planteadas por un docente, un graduado y por los consejeros (alumnos y graduados) de las tres agrupaciones independientes, no alineados con ninguna de las dos variantes oficiales, que a duras penas y en soledad tuvieron la osadía de apartarse de la monotonía hegemónica, con escaso éxito. ¿Por qué?, pues porque una mayoría abrumadora respondió de modo ordenado a la dirección de la asamblea, para decidir en base a número las divergencias planteadas, que no fueron pocas. ¿Fue quizás por ello que se omitió el llamado a la Asamblea en la página web de la UNL?

En síntesis, en 6 horas de maratónica sesión, quedó en claro que se cumplió la premonición y se desaprovechó una oportunidad histórica. Los estamentos representados en el recinto, protagonistas de un “no discurso” hegemónico, caracterizados por la negación dada la evidente ausencia de ideas, o de la presencia de una sola, la oficial, nos dejó en claro qué se entiende por “construcción colectiva de la universidad reformista”. El proceso de génesis del nuevo Estatuto, caracterizado por el fiel cumplimiento de los reglamentos formales, no generó espacio a la manifestación de las minorías. Minorías que en el caso de los profesores de la  FICH se habían expresado con contundencia apenas 7 días atrás ante sus representantes. Queda claro que contar con mayorías no significa garantía de calidad y más aún si los resultados son producto del bloqueo de las discusiones.
En conclusión, se desaprovechó una oportunidad histórica para crecer en todo sentido, para nutrirse de ideas, para fijarse objetivos educativos ambiciosos, para plantear divergencias, para proponerse metas que profundicen la democracia universitaria, según los principios de la Reforma. Parodiando al poeta latino Horacio, “está de parto el monte y dio a luz un ratón”.

Este Grupo de Reflexión Docente de la FICH encontró en este acto de la vida democrática un símbolo de todo lo que tenemos pendiente, y lo toma como hito inicial para empezar a analizar los actos de la vida universitaria de los que somos protagonistas o evasores.

Los invitamos a dejar su opinión participando del debate siguiendo este link

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